In Manual para Divorciados

Muchos se preguntan si es “natural” que el divorciado sufra un cambio drástico en su personalidad o en su memoria cuando comienza a salir con algún pretendiente. Particularmente, creo que es el deseo de rehacerse en todos los órdenes, quizás con la idea de que cambiando algunas cosas de su forma de ser, podría irle mejor.

En el argot popular a las personas afectadas por esos síntomas se les llaman guilladas, y no es exclusiva a los recién divorciados, sino a muchas personas y en todas las https://make-essay.net/essay-writing-service sociedades.  La principal característica  es el allante, o representación de una conducta que no le corresponde. Y de lo que voy a tratar es que cada allante, puede generar una fama inversamente proporcional a la intención que le dio origen. La diferencia estriba en que el guillao divorciado cree que debe usarla para despegar cualquier duda o sospecha de la razón de su divorcio: a. que le https://essaysbuy.net/essay-writing-service pegaron cuernos  b. que no era sexualmente bueno  c. que era tacaño d. suma de los anteriores.

Comencemos por los que quieren vender su fama de tiguere o amante experimentado. Una anécdota es la de Julián González, quien desde que se divorció,  quería que TODAS  lo supieran. Claro, estaba convencido de que la causa de que las mujeres no se le acercaban antes era su matrimonio.  En bares donde pocas personas lo conocen, pero donde abundan las faldas,  le da por promocionar su soltería, para que se enteren de su disponibilidad.  Entre trago y trago brinda a boca llena: ¡POR MI LIBERTAD! comprándose una fama de que lo botaron. Todavía sigue dándose contra la pared.

Otros vivos, por el contrario,  mantienen la postura de que su divorcio no ha salido o está en proceso si no le conviene la relación,  o ve que la que tiene,  está tomando otros matices.

El guillao que quiere limpiar su fama de tacaño, sabe que el espléndido va delante y bebe agua limpia.  Deja caer a quien puede y cada vez que puede,  sus haberes usando frases de orgullo como: “me costó tanto.  Pero para eso están los cuartos, para darse su gusto.  Ya estoy en una edad que es vivir lo que quiero.  La mujer que me toque se salvó,  porque va cómoda.”  Bueno, la mujer que lo oye, lo considera, hasta que en el primer viajecito ofrecido le espera en migración un impedimento de salida por retrasos en la manutención de sus hijos.

En el tema de las féminas, una de las conductas guilladas por excelencia es adoptar una imagen de  mujer recatada y seria.  Aquí no se busca fama, sino venderse a través de una reputación de mujer ideal apegada a la familia y las buenas costumbres. Si no tuvieran hijos, llegaría hasta decirse que son vírgenes.  Su  discurso de que hizo todo lo posible por salvar su matrimonio, sería una versión sentimental del libro de Obama,  The Audacy of Hope.  Son madres perfectas que nunca salen y las escasas veces que lo hacen, dejan todo perfectamente organizado. Claro que el hombre que está saliendo con ella diariamente se siente halagado de que haya dejado de dedicarles tiempo a sus hijos para estar a su lado.

Otra característica casi milagrosa –del cielo- de la guillada es que BORRA selectivamente de su memoria los capítulos que le conviene.  Dice un refrán que borrar también es símbolo de BUENA MEMORIA. Ella jamás habla de su pasado, y si alguien pregunta, cambia el tema hábilmente. Si en un grupo alguien refiere un ex, rápidamente aclara que esa persona le andaba detrás, pero que nunca le hizo caso y no llegaron a NADA.  Cuando se emborracha anticipa que al día siguiente no va a recordar lo que ocurra esa noche, porque a ella no la acostumbraron a beber.

La autenticidad es la mejor práctica de todas.  Decía un profesor que la reputación era una fama mantenida a través del tiempo.  No podemos comenzar una nueva relación pretendiendo ser lo que no somos, ya que la naturaleza tarde o temprano nos va a traicionar y saldrá a la luz nuestra verdadera personalidad.

La AUDACIA es mostrarse como se es, con la ESPERANZA de que le guste a alguien.

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