Lo que se espera tiende a convertirse en realidad

La influencia que tienen nuestros pensamientos, actitud, lenguaje y el significado que le damos a las explicaciones que recibimos,  tienen a convertir en realidad aquello que se espera, es lo que básicamente sustenta el término de Placebo.

Siempre he asociado la palabra Placebo con esas pastillas que -con la confianza puesta en la sanación- los médicos logran resultados asombrosos en muchos pacientes. Eso me hizo pensar que era una palabra asociada exclusivamente a la salud. 

Sin embargo, el efecto Placebo se puede extender a todas las áreas de nuestra vida por lo que debemos hacer consciencia de la calidad de los pensamientos que cruzan en nuestra mente en el diario vivir ya que a través de los mismos creamos nuestros propios placebos o nocebos.

Me gusta mucho la expresión de “No hay enfermedades incurables sino pacientes incurables”  del Dr. Bernie Siegel que,  lógicamente se refiere a la fuerte influencia del placebo en la mente de las personas.

Esta nueva perspectiva me compromete a  integrar en mi vida la creencia de que “El Placebo soy yo” y a no esperar que la “mejoría” de lo que soy, tengo y hago venga de, un agente externo a mí.

En nuestra vida laboral podemos elevar nuestro nivel de confianza hacia el logro de objetivos planteados (Placebo) rompiendo viejos paradigmas y estilos del Ser y cambiarlos por nuevos que nos mantengan motivados y en camino al éxito. También podemos ofrecer más apoyo a nuestros colaboradores motivándoles a su realización personal de manera que ella/él pueda salir de cualquier situación limitante en la que pueda encontrarse.

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