Mientras muchas personas están haciendo planes para las fiestas navideñas, comprando ropa nueva, elaborando listas de regalos y haciendo reservaciones para fines de año; otras quisieran que la página de la Navidad se brincara en el calendario. Suelo escuchar: “La Navidad solo es buena para los que creen en Santa Claus o en los Reyes”. Lo que desde mi percepción traduzco: “La Navidad solo es buena para los que tienen ilusiones”. Y me pregunto, ¿Quién crea o destruye nuestras ilusiones?
Mi https://essaysbuy.net/essay-writing parecer es que lo que verdaderamente nos deprime no es la llegada de la Navidad, sino el juicio con que evaluamos nuestras circunstancias actuales a consecuencia de La interpretación que le hemos dado a los eventos del pasado y que no hemos superado. Es nuestra percepción y no la realidad misma la que nos somete. Las experiencias negativas acontecidas durante esta época, ya sea en nuestra infancia u otras como make-essay una enfermedad, el rompimiento de relaciones amorosas o amistosas; la lejanía de un ser querido, cambios de localidad, pérdida de trabajo y demás; hace que los recuerdos anclados en nuestra memoria, cobren vida a través de una canción navideña, el sentir el fresco de la época, el olor o el sabor de un menú cocinado el 24 o el 31, o cualquier otro estímulo sensorial; creando tristeza por lo que ya no tenemos o recordando a quien no está con nosotros.
Las circunstancias dolorosas son como aves que volaran sobre tu cabeza. Lo importante es que no dejes que hagan nidos en ella
dice un amigo. Solo tú, eres responsable que un recuerdo doloroso marque para siempre tu destino y te prives de las ilusiones que te ofrece la vida en estos momentos. Coincido en el stress que significan los compromisos navideños. El solo hecho de gastar innecesariamente para “cumplir con los demás” convierte la Navidad en una propuesta de consumo masivo acarreando problemas en nuestros bolsillos. En esta época hacemos nuestra revisión interior: que si no hemos hecho nada con nuestras vidas; si estamos en el mismo lugar; si nos ponemos viejos y estamos solos; si no hemos sido buen padre o madre y demás demonios internos! Como si cada día no terminara un ano y al día siguiente no iniciara otro! Es una creencia el pensar que el Año Nuevo es una fecha EXCLUSIVA para pensar en el futuro.
Tengo un cliente que creó una estrategia para sobrevivir la nostalgia navideña. El primer año de su divorcio, decidió no decorar su casa de Navidad, así cuando llegaba en las noches, sentía que era otro día cualquiera. Cada estrategia no es ni buena ni mala, simplemente dependerá de lo que sea útil para ti y lo que no. Este año puso un hermoso árbol en su casa y hasta al perro le compró sombrero de Santa. El tiempo es un elemento sanador. Quisiera ofrecerte algunas ideas que pueden funcionarte:
Agradece tu pasado. Recuerda los seres queridos con amor, agradece el tiempo que la vida te permitió compartir juntos; a la pareja que se fue, agradécele aquello que te permitió con su ausencia, conocer de ti mismo. Ama y brinda amor.
Arrópate hasta donde las sábanas te den. No te estreses. Haz un Plan de Acción. Lee bien, PLAN DE ACCION, no de deseos exclusivamente. Sin acción no hay cambios. La Crisis puede ser el detonante más poderoso para generar ideas creativas en torno a tus relaciones y tus finanzas.
Sé benévolo contigo mismo. El ser humano tiende contabilizar mejor sus fracasos que sus éxitos. Hubo un año que no se realizó ninguna de mis metas, sin embargo, hice una lista de mis logros y superaron mis expectativas. Haz una lista de tus bendiciones e incluye que estás VIVO! Motivo suficiente para brindar.
Renueva vínculos afectivos, busca compañía entre gente que te aprecia. Si te sientes solo, busca viejos amigos, aprovecha para compartir con tus hijos y familiares. Con una actitud positiva estarás re-inventando las nuevas tradiciones de tus Navidades futuras.
Ahora, define tus metas para el 2014 y escríbelas.
¿Qué quieres lograr? ¿Qué necesitas hacer para lograrlo? ¿Cuáles son tus recursos? ¿Asumirás el compromiso que implica el cambio? ¿Cómo te visualizas a finales del 2014?
