¿Sabes cual es la palabra más atemorizante, enervante y fóbica hoy en día? ¡COMPROMISO! Solo tienes que dar un vistazo a tu alrededor y darte cuenta de que los políticos no cumplen promesas, las parejas no quieren ataduras, y la gente anda como chivo sin ley, escudándose en un deseo de libertad mal interpretada.
La gran cantidad de información que recibimos a través de los medios de comunicación nos hace víctimas de una sociedad de consumismo, hedonismo y pérdida de valores, donde el que no ownessay.com tenga sus tuercas cerebrales bien organizadas queda consumido en un vacío existencial producto de la incapacidad de competir con las constantes innovaciones en tecnología, moda y el logro de grandes fortunas para lograr la ansiada felicidad.
Mucho se ha escrito sobre el Hombre Light -que valga el epíteto para ambos géneros-, como lo han descrito maravillosamente algunos especialistas internacionales y locales, pero que vale la pena refrescar su make-essay.net significado para poder entrar en otras consideraciones más adelante. Este nuevo arquetipo de hombre es aquel ser consumista, interesado básicamente en su propia trinidad: primero El, segundo El y en tercero EL, lógicamente pone su norte en su ascenso social con el propósito de suscitar envidia o admiración.
Este hombre bajo en calorías (caramba cualquiera diría que es hasta saludable) busca su placer a toda costa y emplea un discurso de enamoramiento idéntico para todas las mujeres en el entendido de que caerán rendidas a sus pies, solo porque sus teneres los hará visibles, aprenderá a manejarse con algunos “nombres importantes” de gente VIP, lugares “in”, diseñadores sofisticados, pero sin salirse mucho de su propio manual ya que de lo contrario sale a relucir su analfabetismo cultural. Eso sí, aun con pruebas de sus limitaciones no se exime de opinar prácticamente de todo.
Pues bien, producto de este nuevo modelo, también se promueve el término “amigo con beneficios” o “amigos con privilegios”, es decir la búsqueda de parejas con el fin exclusivo de darse mutuo placer sexual. Realmente importa poco la persona seleccionada, siempre y cuando le guste, ya que este nuevo tipo de “amor” no exige de títulos de propiedad ya que es algo transitorio, epidérmico e intrascendente.
A este juego al amor se entra de muy variadas maneras. El anzuelo es que para amar no se necesitan ataduras, que los espacios son necesarios, que la fidelidad es un estado mental, y los “amigos” más llanos salen con que “a estas alturas del juego” se sabe lo que se quiere y que no es necesario firmar ningún papel para ser feliz. Aprovecha para mencionar que uno se encuentra en un estado elevado de conciencia y otros más agresivos en sus argumentos, mencionan una que otra visita al Tibet que hizo para hablar con un “señor muy interesante” de apellido Lama.
Pero lo peligroso de las “relaciones sin propiedad” es que se puede caer en el error de que la otra persona piensa, siente y espera lo mismo. Por más que intentemos separar el cuerpo del alma, las personas que no tengan en su naturaleza la “levedad” espiritual y que sostengan una ética diferente puede verse lacerada en su amor propio y en su dignidad.
Es por eso que insisto, aquel que no tenga menudo para devolver, que no juegue a la banca. He visto mucha gente quejarse de abandonos, depresiones y humillaciones solo por no haber percibido que la palabra sexo no es igual a la palabra amor, sin dejar de aclarar que el sexo es un componente del amor y no viceversa. La sexualidad sin amor auténtico conduce a un vacío gradual que desemboca en hastío, indiferencia y escepticismo.
No todo lo que está de moda nos queda bien a todos. Son muchas las estadísticas sobre de que un tipo de relación de esta naturaleza, termina destruyendo la amistad, pues merma la confianza y lo que es peor aún, quien se conforma con una relación de este tipo, solo hace perder su tiempo porque se desactiva la facultad de apreciar quien realmente está en la capacidad de ofrecernos una relación estable y comprometida, como genuinamente deseamos y merecemos.
